El bienestar laboral es uno de los aspectos que más incide en la felicidad. Lo que sentimos en el trabajo afecta a nuestras relaciones y a nuestra salud. Vivirlo de forma positiva no solo depende de las condiciones externas, sino también de algo clave que está en nuestras manos: involucrarse.
A veces tendemos a pensar que “nuestra vida” es lo que ocurre fuera de las horas de trabajo: cuando estamos en casa, con nuestros amigos o de vacaciones. De hecho, muchas personas consideran el trabajo como un mal necesario, el precio para poder sobrevivir y disfrutar de la vida en las horas libres. Sin embargo, el trabajo no es tan malo; al contrario, ayuda a nuestro bienestar.
El bienestar tiene cinco aspectos o facetas distintas: el bienestar en el trabajo, el bienestar social, el bienestar físico, el financiero y el comunitario. Y de estos cinco factores, resulta que el bienestar laboral es el que incide en mayor medida en el bienestar general de las personas.
BENEFICIOS DE TRABAJAR (EN LO QUE NOS GUSTA)
Una de las preguntas fundamentales para saber si alguien es feliz es: “¿Te gusta lo que haces cada día?”. Las personas que responden con un sí rotundo, quienes afirman que experimentan altos niveles de satisfacción laboral, tienen el doble de probabilidades de sentirse realmente felices y de “florecer” que aquellos que no están bien en su trabajo. Por desgracia, solo una de cada cinco personas responde con un sí contundente a esta cuestión.
Si a alguien no le gusta su trabajo, entonces es importante que tenga otras actividades en la vida que le apasionen, aunque no sean remuneradas.
Nuestro trabajo define, en buena medida, nuestra identidad, ya que es a lo que le dedicamos más horas cada día. Cuando conocemos a alguien, una de la primeras preguntas que le hacemos es a qué se dedica o de qué trabaja.
Quedarse sin empleo es uno de los acontecimientos más estresantes a los que nos podemos enfrentar, de hecho se compara con casarse, divorciarse, el nacimiento de un hijo o el fallecimiento del cónyuge. Se observa que el desempleo prolongado –es decir, más de un año sin trabajo a pesar de buscarlo– es el único hecho del que las personas no se recuperan en cinco años.
EL BIENESTAR LABORAL NOS HACE FELICES
Para estar bien en lo laboral, es indispensable involucrarnos activamente con lo que hacemos: poner atención, concentración, interés y energía en el trabajo.
Un estudio realizado por los científicos Arthur Stone y Jim Harter revela que los trabajadores no involucrados, solo están felices los fines de semana y presentan unos niveles de estrés mucho más altos al volver a trabajar. Los niveles elevados de cortisol en la sangre, que acompañan al estrés, pueden hacer un daño muy real a nuestro organismo: se ha comprobado que la incidencia de infartos cardiacos es más alta los lunes.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA MEJORAR NUESTRO BIENESTAR LABORAL?
Quienes más disfrutan en su trabajo dicen que se divierten haciéndolo. Una de las claves para conseguirlo es poder aplicar en él nuestras fortalezas personales. Las personas que lo logran tienen seis veces más probabilidades de implicarse en el trabajo y el triple de posibilidades de tener una calidad de vida excelente que quienes no pueden usar sus fortalezas de manera cotidiana.
Además, quienes las aplican en sus tareas laborales se cansan menos y sufren menos desgaste que aquellos que no lo hacen.
El hecho de que se involucren en sus tareas no significa que sean “adictos al trabajo”, sino al contrario, las investigaciones también demuestran que las personas con altos niveles de bienestar en el trabajo se toman más tiempo para disfrutar del ocio y tienen mejores relaciones personales con los demás.
Para mejorar nuestro bienestar laboral, se recomienda lo siguiente:
2.- Reconocer alguien que comparta nuestros propósitos y nos anime a crecer.
3.- Pasar más tiempo con esa persona.
4.- Buscar espacios de convivencia con aquellos equipos y personas de cuya compañía disfrutemos en el trabajo.

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